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Tened Piedad, Dios Mío

Historia

Esto himno es tanbien conocido por El Miserere, y es tipicalmente contado duranto enterradas. El himno es interesante y pide que un lávar su concencia y pide clemencia de pecados y clemencia por juicios. El himno tambien pide presencia con Dios y que to lo llevan del presencia de Espíritu Santo; esto pide que us espíritu se llevan con Dios y tambien lo dejan con quien viven y el precencia del Espíritu Santo.

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Tened piedad, Dios mío
suma bondad eterna,
de mí, según la grande
msericordia vuestra.

Según la muchedumbre
de tus piedades tiernas,
borra, Señor, mis culpas
del libro de la cuenta.

Lávame aun más el alma
de iniquidad fea,
y de todo pecado,
ímpiame la concencia.

Porque yo bien conozco
lo que mi culpa pesa,
culpa que a todas horas
contra mí se revela.

¡Ay, que contra Ti solo pequé,
pequé, bondad imensa
y cometí maldades,
osado en tu presencia!

Para mostrarte justo,
en todo lo que ordenas,
y para que, en el juicio,
a toda excusa venza.

Porque entre iniquidades
nací de mi madre mesma;
me concibió en pecado
por falta de herencia.

Rociado con la gracia
quedará el alma bella
y vencerá los campos
de las nevadas sierras.

Dará gozo a mi oído
y alegría sincera,
y los humildes huesos
darán festivas muestras.

Aparta de mis culpas,
tu cara no las vea,
de todas mis maldades,
veré tu gran clemencia.

Un corazón me falta
que puro y limpio sea
y en mis entrañas recto
espíritu renueva.

No me arrojes Dios mío
de tu amable presencia
ni de tu Santo Espíritu
me quites la presencia.

Vuélveme la alegría
de aquel que es fuente de ella
y en tu principal gracia
conforta mi flaqueza.

Enseñará a los malos
tus admirables sendas
y así de los impíos
se logrará la enmienda.

Líbrame de iniquidades;
Dios, que eres vida eterna,
espero en tu justicia
que se lavará mi lengua.

Abrirás mis labios,
Señor, para que veas
cámo mi boca anuncia
olores de tu esencia.

Porque si Tú quisieras
sacrificios y ofrendas,
míralos ya rendidos
pero no te deleitan.

Para ti son sacrificios
de una alma la tristeza
y un corazón contrito,
humilde es lo que aprecia.

Mira, Señor, y trata
acción con clemencia,
para que así sus muros
edificados vea.

Entonces por más justo
admitirás dar muestras,
menos los sacrificios
de nuestras ofrendas.

Entonces al impulso
de devoción sincera
ondré sobre tus aras
las vísceras tiernas.